La coherencia es esa virtud del Ser Humano que
nos facilita la integridad con nosotros mismos. Y la integridad con nosotros
mismos es fundamental para nuestro bienestar y equilibrio; sin integridad la
armonía desaparece.
A día de hoy parece que la coherencia ha
desaparecido de nuestra sociedad y por ende de nosotros si nos dejamos arrollar
por ella. Todas las estructuras de nuestra sociedad que actúan como pilares de
ella sufren de incoherencia; es doloroso reconocerlo pero así es, y hasta nos
parece normal y llegamos a creer que no hay forma de cambiar esa realidad.
Corremos el riesgo de acostumbrarnos a esa incoherencia, si aun no lo hemos
hecho, y poco a poco ir cediendo a ella e integrándola en nosotros, "como
todo el mundo actúa así... pues yo también..." y empezamos a desresponsabilizarnos de dirigir nuestra vida
hacia lo qué queremos y cómo queremos lograrlo desintegrándonos de nosotros
mismos. Además es más fácil porque no tenemos que enfrentarnos a eso que no nos
gusta, y al fin y al cabo es más agradable ir en la misma dirección que casi
todo le mundo porque así formamos parte del clan, o mejor dicho, del rebaño.
¡Ojo, corremos el riesgo de perdernos a nosotros mismos!
Si atendemos veremos que empezando por los
políticos y hasta llegar a la iglesia todos sufren de incoherencia y además lo
hacen de forma tan normal y habitual que podemos caer en la trampa de que no
pasa nada. Los políticos un día dicen una cosa y al cabo de unos días ya la
están matizando, después de un tiempo acaban haciendo una cosa diferente y
hasta opuesta a lo que habían dicho inicialmente (eso parece que ya es una
norma de ese estamento social). Por su lado la iglesia hace lo mismo, predica
unas cosas y ella hace todo lo contrario. Predica el amor, la atención
desinteresada al hermano y lo que hace es acumular riquezas, estafar, mentir, ningunear a una parte fundamental de la
sociedad (sí, a la mujer), ... En fin que eso que debería ser nuestro pilar
espiritual y nos debería ayudar a integrar nuestra alma y espíritu aquí en la
Tierra se convierte en todo lo contrario. Ya que no pasa nada, predico una cosa
y hago todo lo contrario. Sin comentarios... La hipocresía se puede
apropiar de nosotros si no estamos atentos y somos coherentes con nosotros mismos.
Me temo que sí que pasa y paso mucho si no somos
coherentes. Y la coherencia empieza por nosotros mismos. Voy a poner un ejemplo
que puede parecer tonto pero que hace que nuestro ser se desarmonice. Puede parecer mentira que una
cosa así provoque nuestro desequilibrio pero así es aunque sea leve, pero
desequilibrio al fin y al cabo y si lo extrapolamos a cosas más
"importantes" pues eso, nuestra paz interior desaparece y nuestro
bienestar se ve seriamente perjudicado, lo que conlleva que nuestro estado de
salud se vea seriamente comprometido.
Por ejemplo, imagínate que vas andando por la calle y te encuentras con una
persona con la que hace tiempo que no tienes contacto y que la verdad es que no
tienes ningún interés en reemprender
ese contacto. Te paras, os saludáis, te interesas por su trabajo, pareja,
hijos, etc. La otra persona hace lo mismo y tú mientras tienes ganas de acabar
y seguir tu camino... Vais acabando la
conversación y tu para ser
"simpático, cortés y quedar bien" le dices "oye te llamo un día
de estos y quedamos para cenar o lo que sea, ¿te parece bien?". A lo que
la otra persona responde "sí, me encantaría". En esta simple e
"inocente "frase" aparece la incoherencia. Tú no quieres y no tienes
la mínima intención de llamar a esa persona para quedar, pero se lo has dicho.
Eso crea un conflicto en tu interior. Tú sientes que no quieres quedar, hasta
tienes ganas de seguir rápido tu camino. Tu pensamiento en esta ocasión va en
concordancia con tu sentir, ¡pero dices lo contrario! Eso provoca a nivel
emocional estrés (eso si das importancia
a tu palabra, por qué de lo contrario ya estás desintegrado...). Esa pequeña
acción de decir lo contrario de lo que sientes te provoca desintegración con la
aparición del estrés. Has dicho una cosa que no quieres ni
piensas hacer. Entonces tu mente te juega la mala pasada de pensar: "¿y si
me llama la otra persona porque yo no le llamo para quedar, entonces qué hago?,
¡yo no quiero salir con él/ella!". Y ahí aparece la preocupación que
alimenta al estado de estrés. Este
simple acto te hace perder tu paz interior. Interesante, ¿verdad? Pues ahora
reflexiona lo mismo con cosas más relevantes en tu vida y empezarás a darte
cuenta de lo importante que es la coherencia contigo mismo.
La coherencia, esa virtud casi desaparecida en
nuestra sociedad es vital para nuestra armonía y un buen estado de salud. Te
animo a que retomes tu coherencia y te recuerdo que la coherencia siempre
empieza por ser coherente con uno mismo, y eso se logra atendiendo a tu sentir
más profundo.
¡Qué pases un feliz día y Vida!
Émer Roures
Unitat
del Ser
Con respectro a lo expuesto en esta entrada a continuación adjunto un enlace a una noticia que muestra un ejemplo de coherencia nacida de nuestra conexión con nuestro Ser.
ResponderEliminarY no hace falta decirlo pero, estoy totalmente de acuerdo con el sentir de este ya ex-futbolista.
http://www.libertaddigital.com/deportes/2011-08-07/un-futbolista-antisistema-del-sporting-se-retira-el-futbol-es-capitalismo-es-muerte-1276431931/