Tenemos
tan enraizados y asentados nuestros patrones de comportamiento y creencias que
muchas veces resulta muy complicado y hasta desgarrador cambiar nuestras
actitudes. Es ilógico y incoherente, pero hay personas que prefieren continuar
con su malestar y/o enfermedad que adentrarse en cambiar aquello de ellas
mismas que les genera ese malestar...
Se han acostumbrado a
vivir con ello y de alguna forma sacan provecho o creen que sacan provecho con
su victimismo o mostrándose como mártires. Se muestran de este modo a los demás
y se nutren de la energía que los otros les ceden por compasión o lástima,
despertando además el arquetipo de salvador en los otros creándoles la
necesidad de intentar salvarla. Entonces se sienten "falsamente"
asistidos y satisfechos creando relaciones de dependencia y apegos que no hacen
más que reforzar ese estado de desequilibrio. Solo la misma persona puede
"salvarse" a sí misma. La decisión es suya y debe elegir en cada
momento qué hacer, decir, pensar y sentir dejándose llevar por la inercia
aferrada a aquello cree ser pero no es, o bien sentir y escuchar su corazón
para hacer, decir, sentir y pensar lo que ella decide en cada momento sin caer
en los mismos patrones repetitivos que actúan como cárceles.
La decisión y la
acción correspondiente es responsabilidad de cada persona. Nadie puede cambiar
eso de otra persona. Se puede acompañar, guiar y ayudar a tener más recursos y
a recuperar esa conexión consigo misma, pero la elección es de la persona, y si
ella no decide y ejerce su fuerza de voluntad para cambiar esa situación y/o
actitud nadie lo puede hacer por ella.
Es doloroso ver estos
procesos, se te "parte" el alma. Pero el respeto es primordial y lo
único que se puede ofrecer es lo mejor de uno mismo para acompañar y guiar sin
manipular y sin intereses. Es una lección dura para todo terapeuta, sólo desde
la compasión y el amor incondicional se puede hacer este trabajo.
La mente muchas veces
tiene la información necesaria para hacer ese cambio pero la inercia y el
estado estancado tienen tanta fuerza y autoridad sobre la persona que no se ve
capaz de cambiar el enfoque y las acciones. Los miedos a lo desconocido la
bloquean. La información no es suficiente, la comprensión es vital y no puede
haber comprensión sin experiencia y para ello debes recorrer el camino de
autoconocimiento para ir aumentando tu estado de bienestar. Cuando hayas vivido
la otra cara de la moneda comprenderás el poder que tenía sobre ti pero para
ello tienes que "lanzarte al vacío" y dejarte acompañar y sostener.
Verás que cada vez te resulta más fácil, pero para ello tienes que poner todo
tu empeño, ganas y voluntad. Al principio costará, pero poco a poco ya no habrá
tanta resistencia hasta que un buen día comprenderás y acabarás de soltar ese o
esos patrones de comportamiento que te ocasionaban ese malestar.
Te animo a que te
permitas cambiar aquello que no te gusta, a que cuestiones tu comportamiento, a
que te observes atentamente y te analices. Y luego a que hagas los cambios
necesarios para mejorar aquello que quieras. Tú puedes hacerlo, tienes todas
las herramientas necesarias, y si empiezas ese camino y necesitas alguna
herramienta extra no te preocupes, aparecerá.
Que tengas un feliz
viaje por la Vida permitiéndote ver más allá de lo que crees que eres para
empezar a vislumbrar tu Luz.
Émer Roures