miércoles, 7 de mayo de 2014

Ayudar sin crear dependencias



Alguna vez te ha pasado que has ido a un curso, taller, conferencia, consulta médica, consulta en terapias alternativas, etc., y ¿te han creado dependencias sin que te hayas dado cuenta de entrada?
¿Te han hecho pensar que sin su ayuda o servicios tu vida no puede seguir adelante armoniosamente?, ¿te han vendido el remedio del charlatán disfrazado de un gran discurso, valores, beneficios?, ¿se han mostrado ante ti como indispensables para poder mejorar tu vida?
Creo que muchos responderéis sí. A casi todos nos ha pasado y en alguna ocasión y hasta habremos caído en sus "garras" llenas de ambición, egoísmo y sin un gramo de Amor. Sí, sin un gramo de Amor, por qué des del momento en que quieren captar tu dinero, en especial, y que les admires como si estuvieran en un pedestal, aunque ofrezcan un servicio de ayuda a los demás ya sea desde una terapia holística, un método de autoconocimiento o lo que sea, su intención final es su éxito. Y entonces un producto-servicio de servicio a los demás se transforma irremediablemente en un negocio por encima de todo, despojándose de su sentido elevado de dar lo mejor a los demás. Esas personas aspiran a lo que pueden obtener de ti, aunque no lo quieran ver o reconocer, en lugar de tener la intención de dar lo mejor de sí a los demás.
Lo mires desde dónde lo mires es una pura contradicción. Es una falta de coherencia e integridad. Y además nosotros somos responsables, en parte (desde lo que nos concierne), debido a que hemos cedido nuestro poder a esas personas porque no hemos sido capaces de utilizar nuestra capacidad de discernimiento. Cada cual que asuma su responsabilidad, claro que sí. Por qué de lo contrario caemos en el papel de víctima, otra trampa para no avanzar y quedar atrapados por lo "desgraciados" que somos, la "mala suerte" que tenemos, etc.
Si hemos caído en alguna ocasión, no pasa nada, seguro que hemos aprendido de ello por qué sino aun estaríamos atrapados. Y nuestra responsabilidad hacia nosotros mismos es aprender de la experiencia y utilizar esa sabiduría para no volver a caer en lo mismo o algo parecido.
Es vital para nuestro bienestar, felicidad, autoestima, seguridad en nosotros mismos que no nos dejemos llevar por los “cantos de sirenas”. Debemos utilizar el discernimiento para saber si nos conviene o si no, y detectar si esa persona o personas son coherentes con lo que explican. Y eso se ve muy rápido, simplemente analizando cuál es su actitud al “bajar del escenario”, cómo se comportan, etc. No nos quedemos “hipnotizados” por sus palabras, vayamos un poco más allá y observemos su comportamiento, su manera de actuar.
Un buen terapeuta, persona, maestro, coach, o lo que sea se distingue de los que quieren atrapar a sus clientes en que no crea dependencias. No se hace indispensable para la persona. Apuesta por despertar la Voluntad y el Poder interior de la personas para que sean capaces de decidir y sentir por ellas mismas qué es lo que quieren. No les dice lo que tienen o no tienen que hacer, o lo que deberían querer; evidentemente puede dar pautas si detecta patrones de comportamiento limitantes y que afectan negativamente a la salud y al bienestar, pero siempre des del respeto y el Amor. Sin forzar, respetando, pero diciendo lo que se debe decir para el bien superior de la persona que tienen en frente. Aunque eso pueda representar que la persona no vuelva por que se le muestra una parte de su personalidad que no está dispuesta a cambiar por qué es más cómodo seguir con su malestar que optar por un cambio beneficioso. Creo que nunca una persona, si es íntegra y de verdad quiere lo mejor para sus clientes, debe ocultar información beneficiosa para su cliente. Aunque eso comporte que el cliente no vuelva porque no quiere enfrentarse a esa parte de él mismo que está interfiriendo en su bienestar, y como tu se lo has mostrado y ante ti ya no tiene escusas pues simplemente no vuelve... Sí, hay mucha gente que quiere que les soluciones todos sus problemas pero sin poner nada de su parte. Quieren que saques tu barita mágica, estirarse en la camilla y que al levantarse todo esté bien sin poner consciencia, ni voluntad y sin comprensión. Pues eso no es posible, la Sanación y el Equilibrio nace de cada persona, de poner Luz a lo que interfiere en su bienestar y nunca un tercero lo puede hacer por ti. Te puede ayudar en el proceso, y mucho, pero nunca sanarte, el que se sana es la persona en sí.
Así que a poner en práctica en todo momento nuestra capacidad de discernimiento y nuestra voluntad para ser capaces de cada día ser un poco más felices, superando y poniendo Luz en partes de nosotros en dónde no la hay, para cada día ser un poco más íntegros y coherentes con nosotros mismos.

¡Feliz día!
Émer Roures

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario del blog: