La razón es una cosa extraña… La razón nos hace enfrentar unos con otros. La razón nos divide cuando en realidad es una simple opinión. ¿Por qué nos gusta siempre tener razón y competir por ella? La razón no existe, es una ilusión. Hay tantas razones como seres racionales, hay tantas razones como perspectivas posibles de una misma cuestión. Todas las razones son válidas, todos los argumentos son válidos; para ti quizás solo exista uno de bueno, pero, ¿quién lo determina
?, ¿tu? Y ¿de dónde has sacado que tú estás en posesión de la verdad? De hecho, ¿qué es la verdad?, ¿es posible que en este plano donde estamos la verdad sea una utopía? Pienso que sí. Nuestra verdad se transforma día a día a medida que vamos avanzando en nuestro recorrido hacia ella. Siempre existe una plano superior, una nueva perspectiva desde donde sentir, y por tanto la verdad se transforma en visiones cada vez con más consciencia. Pero este camino no acaba nunca, al menos en este plano… Por tanto, ¿qué más da que alguien te reconozca tu verdad?, de hecho no importa o no nos tendría que interesar. Todos somos alumnos de la Vida y por tanto todos podemos aprender día a día.
Compartir nuestra verdad es diferente. Podemos expresar lo que creemos sin intentar manipular ni influir. Si a alguien le es útil lo cogerá y quizás también te dé una nueva visión de algún otro tema. Es importante estar siempre abiertos y siempre dispuestos a compartir, de esta forma expresamos nuestra unión con Todo y a la vez nuestra individualidad como espíritu. Todo es una dar y un recibir, todo es equilibrio, todo es fluir.
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